Si hay algo que identifique a un comercio es la apertura y cierre de la persiana, de hecho, esa acción se ha convertido en la manera de resumir la actividad de cualquier negocio. Tal repercusión ha tomado ese gesto al principio y final de cada día, que ha acabado por traducirse en un concepto con carácter puramente simbólico porque, por suerte, hoy en día contamos con la tecnología suficiente como para que, después de terminar nuestra jornada laboral, no tengamos que hacer el esfuerzo de abrir y cerrar la persiana de nuestro negocio de forma manual.
Las puertas automáticas para proteger tu comercio
Las puertas automáticas proporcionan seguridad a cualquier negocio, casa, garaje o nave industrial. Se caracterizan por ser resistentes, aislantes y fáciles de accionar. Dependiendo del espacio del que dispongamos o el tipo de actividad en la que se especialice nuestro negocio, podremos escoger entre distintas opciones y así dar con la más adecuada.
Puertas automáticas de cristal
Este tipo de puertas automáticas son las más indicadas para instalar en oficinas, pequeños comercios o tiendas en centros comerciales. El cristal posibilita que se vean los clientes y el ambiente que hay dentro. La apariencia de la puerta no debe engañarnos, es muy resistente.
Puertas automáticas para negocios industriales o de producción
A diferencia de los anteriores modelos de negocio mencionados, las empresas industriales o empresas que se dedican a la producción no necesitan que exista esa visibilidad en sus actividades por parte de los clientes. Para estos casos se instalan puertas automáticas de distinto tipo: correderas, basculantes, seccionales, enrollables o batientes.
Según el espacio del que se disponga para acceder al recinto se utilizarán unas u otras. Para las zonas exteriores del recinto las más indicadas son las puertas automáticas correderas o las batientes. En cambio, si se da acceso al edificio, las que mejor se adaptan son las seccionales, basculantes o enrollables porque no necesitan un espacio extra en la entrada ya que al abrirse se quedan plegadas o, en el caso de la puerta enrollable, enrolladas en el techo.
Como has podido comprobar, elegir la puerta automática más adecuada a la actividad de tu negocio es una decisión que no se debe tomar a la ligera, pues supone el principal paso que debes dar para afianzar su seguridad.